jueves, 30 de diciembre de 2010

No más propósitos

No me gusta el rojo, no tiene una ya años para los 'palabra de honor', eso es demasiado mini y aquello otro demasiado maxi. Ufff, que locura y todo para encontrar (en realidad para no encontrar) un vestido con el que despedir el año. Mira que me tiro por el balcon de la redacción y si apunto bien acabo dentro del Zara de Carretas, pero ni por esas. En las últimas semanas (no se si por el agobio de las compras, si por la marea humana que avanza por las calles o si por los bajitos que estan de vacaciones e inundan las calles con sus globos de Kitty o Spiderman mientras se dirigen eufóricos a Cortylandia) se me ha quedado pequeña la zona de Sol y también la de Goya. Hasta tal punto, que además, cuando me monto en el coche, no encuentro Centro Comercial que me atraiga (y no, no me he vuelto loca). En definitiva, se me ha quedado pequeño Madrid. Y aquí estoy, a punto de poner punto final al año y sin vestido. Menos mal que una tiene sus recursos y, de vez en cuando, los pone en marcha. Eso sí, después de pasar por las páginas del Telva, In Style, Elle o Glamour, que dan las claves para estar a la última estas Navidades. He tomado buena nota y he buceado en el armario intentando encontrar la traducción física o material de 'little black dress' y MAGIA!, la he encontrado. 'Vestido negro corto'. Y ahí me encuentro probándome los numerosos vestidos de esta familia que poseo. La gasa, el punto y el saten combinan con distintos largos y formas entre las dos puertas de mi armario. ¿Cuál cojo? La duda me asola y el miedo casi me paraliza. Por nada del mundo me puedo permitir coger uno en el que no quepa. Pero me arriesgo y apuesto por el de punto. Cortito, calado y sexy en definitiva. Cierro los ojos y TACHAN!, perfecto. Se esfuma el agobio que me ha perseguido en los últimos días y me permito el lujo de reflexionar sobre el año 2011 ya tumbada sobre la cama, mientras La Oreja de Van Gogh susurra de fondo 'vamos a querernos toda la vida, como se quieren la noche y el dia cuando hablan de ti' (que romantica me he puesto). La tradición marca establecer una serie de propósitos. Así es que empiezo: llamaré mas a mis amigas y, sobre todo, haré hueco para comer con ellas más a menudo; me acordaré del Santo de mi Santo; llenaré el depósito de gasolina antes de que llegue a la reserva; no mirare el móvil durante todos y cada uno de los minutos en los que permanezco despierta; iré al Gimnasio y me pondré a dieta. Noooo. No, no y no. Mamen, me digo, te acabas de probar el vestido, te queda como un guante y eso que es del año pasado. Y entonces me doy cuenta de que por nada del mundo voy a renunciar a la crema del Roscon de Reyes, ni a las cañas, mojitos o lo que se tercie despues del trabajo, ni a coger el 50 para subir Carretas ni mucho menos al respiro de la comida o a mis dotes culinarias del fin de semana. Total, me vale el vestido y eso es lo que cuenta. Lo tengo claro, en 2011 renuncio a mi lista de propósitos. Prefiero la aventura de no tener claro si mi 'little black dress' me estara esperando para adaptarse a mis curvas cuando llegue 2012.

domingo, 3 de octubre de 2010

De preboda, boda, recuerdos y quien sabe si retoños

Describir la cantidad de situaciones que se pueden producir en torno a la mesa camilla del amor es algo imposible, porque el amor puede con todo, salta por encima de cualquier obstaculo y lo mejor o lo peor, segun se mire, es que te cambia la vida de un segundo a otro.

No es que yo hoy me haya levantado especialmente sentimental, que no (en realidad lo he hecho cantando), sino que he disfrutado de un fin de semana junto al amor de verdad, ese que se refleja en las miradas y que marca cada detalle, ese que se profesan Jorge y Noe y que sin salir de Yecla en Murcia nos ha hecho soñar con Los Angeles porque 'siempre quise ir a LA, dejar un dia esta ciudad, cruzar el mar en tu compañia'.

Y en la compañia de mucha gente he pasado estos tres dias que han ido mucho mas alla de la celebracion de la boda, porque antes del evento estuvimos disfrutando de eso que ya quedara para la historia como la 'preboda'. 'Ponme otro ron que yo sin aceitunas no puedo cenar' podria ser el slogan de la noche del viernes sino fuera porque todavia estaba por unirse a la fiesta 'El Rober' (nombre artistico para el hermano de Jorge, en realidad se llama Alberto) con sus chistes y con su 'cocodrilo' para darlo todo. Y tambien Felix, con su corazon rebosante de amor. Y el primo de Jorge, un gran amante de la tortilla. Y lo dimos todo hasta la madrugada del domingo, eso si, con un gran derroche de amor y de locura (cantado hasta por la madre de la novia) porque es que nosotros somos mas de whisky o de ron (Juanma de otras cosas) asi es que ponganos otro y asi copa tras copa, foto tras foto (nadie se quedo sin posar junto al 'Aguila Roja' de la boda. Belen y yo tampoco) y entre Dejame, no vuelvas a mi lado; Cualquier noche los gatos en su callejon, Mi novio es un zombi y tantas otras canciones se fundio la noche y dejo claro que (el) 'love is in the air' y 'la pizza is in the suelo' pero no pasa nada porque como dice Poli 'lo que no mata engorda' y no se si nos engordo, lo que tengo claro es que nos saturo (la novia de Poli y Prado no podian mas y Chisco supongo que tampoco) y que nos quito el hambre solo momentaneamente porque por la mañana no hubo quien no pasara por cafeteria.

Pero la cosa aun no habia tocado su fin. Tocaba parar en Andalucia (el mejor bar de Yecla se llama El Andaluz) para poner el broche final a la fiesta. Entre calamares, pulpos y sepia (no se si hemos dejado alguna en Yecla) y fanta de naranja ('aqui la coca-cola se nos ha agotado') se paso el mediodia. Volvio a quedar demostrado que algunos somos mas de Martini (Juanma de otra cosa y David de cañas: 'pongame otra que esta ya me la bebo de un trago) y otros como Jorge, de arroz caldoso.

Contra todo pronostico no perdimos el tren que nos devolvia a la realidad (a pesar de que Bego no lo tenia muy claro) pero si dejamos en Yecla muchos momentos que ya forman parte de nuestra memoria porque aunque los dias se hayan pasado (eso si, con mucho GLAMUR) siempre nos quedaran los recuerdos y quien sabe si pronto tambien los retoños.










lunes, 12 de julio de 2010

La historia de una generación futura

Ya hemos hecho historia. Miles de generaciones han anhelado durante décadas este triunfo y han fallecido sin conocer la victoria de nuestro país en un mundial. Sin embargo, nosotros sí lo hemos vivido y eso es algo que nunca olvidaremos. España, por primera vez, es campeona del mundo.

Colón vibraba ayer desde primeras horas de la tarde. El Paseo de la Castellana, cortado al tráfico, parecía rendirse a los pies de la Selección y, sobre todo, de los madrileños. Nos dejó caminar por sus carriles centrales sin más ruido que el de las miles de personas que se habían concentrado entre Colón y Cibeles. Me daban ganas de saltar de alegría mientras caminaba por la Castellana antes de adentrarme en la marea roja de personas, jóvenes sobre todo, que se habían acercado hasta las pantallas gigantes para ver el triunfo de la selección. Esos jóvenes son la generación que ha podido vivir este sueño y son, somos, los que tenemos la obligación de trasmitir a las generaciones futuras las vivencias de ese día que ya forma parte de la historia de nuestro país. Será muy difícil olvidar el gol de Iniesta, o no recordar a las personas que nos acompañaban durante el partido y el lugar desde el que vimos a España convertirse en Campeona del Mundo.

También será muy difícil no recordar el beso del capitán, Iker Casillas, a la periodista Sara Carbonero. Después de cientos de críticas en la prensa nacional y extranjera llegó la hora de tapar bocas y así lo hizo Iker. En directo, con millones de personas frente al televisor, hizo lo que salió del alma, celebrar con su novia el que será, probablemente, el mayor de sus triunfos en su carrera como portero. Son guapos, profesionales y famosos y eso es algo que hace mucha pupa. Sin embargo, han soportado la presión, callados, con lo que duele el silencio, el estar callado, cuando no dejan de aludirnos y hacernos daño, pero han ganado, como ocurre siempre cuando se tiene paciencia y se sabe esperar.

Ellos también forman parte de la generación de jóvenes que les contarán a sus hijos y a sus nietos como se vivió. Ellos podrán contar lo que vivieron en primera persona en este 2010 marcado por la crisis económica que, afortunadamente, ha quedado en un segundo plano para dejar el protagonismo indiscutible al fútbol, a la selección y, en definitiva, a España.

Hoy las calles de la capital volverán a ser rojas y amarillas, como ayer. Hoy les toca a los políticos recibir a La Roja, a la Selección Española, pero también a los ciudadanos, que saldrán a las calles en masa para ver a sus ídolos.

Hoy es un día de alegría, ayer fue un día histórico y mañana podremos contar que nuestro sueño se hizo realidad.